El 3 de marzo, un equipo de élite de la Policía Nacional irrumpió en un departamento ubicado en Luluncoto, en el sur de Quito, y detuvo a 10 jóvenes, 7 hombres y 3 mujeres, por supuestamente planificar acciones subversivas contra la seguridad del Estado y ser presuntos responsables de las explosiones de bombas panfletarias en Quito, Guayaquil y Cuenca por tener vínculos con el grupo de Combatientes Populares. Dijeron haber encontrado pruebas, que según un abogado de los detenidos, son: un cuaderno de la Universidad Central, periódicos del MPD y la agenda de este partido, legalmente reconocido en el país. Los acusados han negado los cargos.
Desde entonces están detenidos y sometidos a un proceso lento que ha sufrido postergaciones y anulaciones, y al fin hoy se realizará la audiencia en el Juzgado Tercero de lo Penal de Pichincha.
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